Esta afirmación la hacemos en el entendido de que quizás por primera vez en la historia del municipalismo y de la propia administración pública en nuestro país, se considera un proceso social como parte de la transición de unas autoridades a otras. Estamos hablando precisamente del acto celebrado el pasado 27 de julio de este año, en el que el Ayuntamiento de Altamira reconoció el aporte de los/as Delegados/as del PMP en los dos años que lleva implementándose esta iniciativa en Altamira y además, el síndico saliente, Julián Bonilla, en representación de las autoridades actuales, entregó el proceso a las autoridades electas en las pasadas elecciones municipales, las que estuvieron representadas por los regidores en la representación del nuevo síndico Fidencio Colón.
Estamos hablando entonces de un hito en la historia del municipalismo que deja claramente establecido que en este ámbito de la administración pública existe una voluntad plena de producir transformaciones que nos conduzcan hacia un proceso de desarrollo nacional orientado desde lo local.
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